lunes, 10 de febrero de 2014

Rompiendo el Hábito


Hola, Azul Satélite. Mi nombre es Diego y seré tu nuevo escritor (aunque técnicamente yo soy el más longevo en el blog como por 20 segundos, pero supongo que tengo que escribir algo para contar como escritor). Ya tenía rato con ganas de chutarme una entrada, pero por alguna razón (comúnmente conocida como procrastinación) no se me daba hacerla. Mientras pasaba el tiempo mis expectativas conforme a la entrada iban creciendo, porque quería que fuera memorable, y al final no iba a estar conforme hasta escribir el Nuevo Nuevo Testamento o algo de ese estilo, así que mejor cedí y me puse a escribir de la manera más sincera y noble que el ser humano puede ofrecer: al chilazo.

Creo que sinceramente solo me entraron ganas de escribir, y usualmente cuando eso me pasa me pongo a escribir de la primera cosa que se me viene a la mente (como se puede demostrar hasta ahora en esta entrada) así que filosofaré acerca de ese peculiar hábito que tenemos los seres humanos de decir que queremos hacer algo pero que al final no deseamos lo suficiente para en verdad realizarlo.

Salvo para el tocino. Siempre tenemos voluntad para comer más.
Y pues si, la verdad es que es una reverenda mamada. Yo personalmente llevo como 3 semanas con "ganas" de salir a correr por las mañanas, 2 tratando de escribir para esta madre y toda mi carrera universitaria deseando cumplir con las horas recomendadas para estudiar en casa de las materias, pero simplemente no se me da la gana hacerlo aún.

Es el mismo pedo con los propósitos de año nuevo: Sabes que te vendría muy bien cumplirlos, que te podrían hasta cambiar la vida realmente, pero uno a veces no junta el poder de voluntad para comenzar a cumplirlos. Y en mi humilde opinión, esa es la parte más difícil, comenzar.

Por ejemplo, hace poco yo tuve un rato en el que si tenía mis días para hacer ejercicio bien definidos, y pues la verdad es que seguir la rutina no era complicado. Lo difícil fue salir de mi modorra mental para iniciar la rutina.

Bueno eso y correr en el Distrito. La altura y el smog no son buena combinación.
Lo cual me lleva a pensar que somos seres rutinarios. Cuando nos embarcamos en algo, pues eso, nos embarcamos y lo hacemos. Al principio cuando metí clases en la tarde en la Uni y salía a las 7 PM. La primera semana de clases pensé que iba a considerar seriamente el suicido para el final del semestre, pero después de un rato pues te programas solito y se te hace de lo más normal, aunque todos los demás te llamen pobre diablo, te apunten con el dedo y se rían de ti en tu cara, y aunque tienen una razón más que válida para hacerlo, a ti pues ya no te molesta. También en mi antiguo blog, tuve una racha de escribir aprox. 10 veces al mes, cuando en el año pasado escribí menos de eso en 12.

¿Conformismo? ¿Miedo al cambio? ¿Hueva? ¿Inseguridad? Probablemente es una mezcla de todo esto, y sin embargo, que jodido estar regido por esto a la hora de hacer decisiones en tu vida. Qué jodido dejar de hacer cosas nuevas porque estás a gusto con como estás en ese momento (lo cual es una mentira, porque entonces ¿Por qué considerar hacer algo diferente en primer lugar?).Qué jodido quedarte estancado.

Así que mejor le doy click a ese botón que dice "Publicar" y rompemos el hábito de que las únicas entradas aquí sean de Gibbs.

No hay comentarios:

Publicar un comentario